La adicción a las drogas: entre el placer y la destrucción

La adicción a las drogas es un problema de salud mundialmente conocido, pero que a la vez despierta muchísimas preguntas y dudas. ¿Cómo es posible que una sustancia que genera placer pueda generar también tanto daño? ¿Por qué una persona se vuelve adicta a las drogas? ¿Por qué es tan difícil superar este problema? Y, sobre todo, ¿existe un tratamiento para ello?

Para empezar a entender este tema, hay que diferenciar primero el consumo y la adicción. Mientras que el consumo de drogas puede ser algo transitorio o eventual, la adicción a las drogas se refiere a un comportamiento repetido en el que la persona busca ingerir esta sustancia de manera continua, sin lograr reducir o interrumpir dicho consumo y buscando obtener esta sustancia a través de cualquier medio (OMS, 1994). Algunos ejemplos de drogas más comunes van desde el alcohol, la marihuana, la cocaína, la heroína, las metanfetaminas, el éxtasis e incluso los medicamentos que requieren receta médica como los ansiolíticos, algunos calmantes o medicinas estimulantes.  

¿Por qué son tan atractivas las drogas?

Estas sustancias generan sensaciones intensamente placenteras de manera prácticamente inmediata, por ejemplo, estados de euforia, de relajación, la sensación de tener mayor energía y en general una gran satisfacción que alivia cualquier malestar, pero claro, se trata de un alivio únicamente pasajero. Además, las drogas tienen un efecto neuroquímico. A mayor consumo, nuestro cuerpo necesita más esa sustancia y en mayores dosis, por lo que la dependencia es también biológica. Por todos estos motivos, es muy fácil pasar del consumo a la adicción a las drogas, más aún cuando el consumidor presenta de por sí un malestar emocional previo.

El malestar emocional detrás del estigma social

Es fácil juzgar a un adicto. Y es que muchas veces se piensa que dejar las drogas es simplemente una cuestión de voluntad, de “poner de su parte” y esforzarse. Sin embargo, se trata de algo mucho más complejo, pues lo que hay detrás es un sufrimiento sumamente intenso que va en aumento, así como un aspecto autodestructivo muy fuerte. ¿Qué es lo que se observa desde afuera? Una dificultad muy seria para regular las emociones, para tolerar la frustración, para cuidar de sí mismos y para asumir responsabilidades. Ellos mismos no son capaces de entender o explicar cuál es su problema y, si pudieran saberlo, lo más probable es que no tendrían que recurrir a estas sustancias para aliviar sus conflictos (Fetting, 2012).

Las adicciones y el entorno cercano

La adicción a las drogas es una experiencia muy dura y dolorosa para la familia, la pareja y los amigos. Las personas con adicciones suelen distanciarse y pareciera que su única prioridad fuera la droga. Es muy triste y frustrante para las personas cercanas ver cómo un ser querido no logra superar la adicción a pesar de toda la ayuda que se les ofrece. Muchos familiares y amigos terminan perdiendo la esperanza de ver un cambio, algunos incluso son agredidos o se sienten engañados por la persona que tiene la adicción, quien muchas veces termina saboteando sus relaciones y la ayuda ofrecida. Es por ello que se requiere un tratamiento profesional y especializado para encaminarse a la rehabilitación.

Las adicciones y su tratamiento

El abordaje más recomendado es una intervención combinada que incluye tratamiento farmacológico, terapia psicológica y grupos de apoyo. Resulta importantísimo entender que se trata de un proceso largo, difícil y donde las recaídas probablemente van a aparecer. Es clave ajustar las expectativas de una manera más realista, pues si se piensa que las personas con adicciones “se van curar rápidamente”, esto llevará a experimentar una mayor frustración y desesperación cuando no se observen los cambios deseados.

Es natural sentir impotencia, desesperanza y frustración en este camino a la rehabilitación y por lo mismo requiere de mucha perseverancia y fortaleza, tanto en la persona que vive con esta adicción, como también para su entorno cercano y para el equipo de especialistas a cargo. Por lo mismo, es muy válido buscar un espacio de orientación y soporte para aquellos que acompañan día a día a la persona que sufre esta adicción, esto con el fin de procesar las preocupaciones, los temores, la rabia y la tristeza que vienen de la mano con todas estas experiencias. Asimismo, es muy importante valorar los pequeños avances que se puedan observar en el tratamiento, sin olvidar este aspecto autodestructivo tan característico de las adicciones.

Por Mariana Del Castillo.

Bibliografía:

Fetting, M. (2012). Perspectives on addiction. University of Southern California: Sage Publications.

Organización Mundial de la Salud (1994). Glosario de términos de alcohol y drogas. Madrid: Ministerio de Sanidad y Consumo Centro de Publicaciones. https://www.who.int/substance_abuse/terminology/lexicon_alcohol_drugs_spanish.pdf

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