Por Antoinette Laguna
El aislamiento social ha vulnerado los vínculos de amistad, y como efecto ha fortalecido o debilitado las amistades. Además, la pérdida de espacios físicos y comunes en los que solíamos encontrar a los amigos, ha generado un sentimiento de soledad que puede complejizar el afrontamiento del aislamiento social. Por ello, es importante visibilizar que la amistad es un vínculo que permitirá enfrentar estos duros momentos y con ello mejorar nuestra salud emocional.
La amistad es un vínculo autentico, uno de los más duraderos y brinda un soporte en los momentos más difíciles. En este aislamiento social es posible que necesitemos el apoyo y la escucha de los amigos para calmar la angustia que experimentamos. Es así que la amistad también funciona como un sistema de protección, en el que podemos recibir cuidado, comprensión y seguridad; este cuidado siempre debe ser mutuo.
En este contexto actual, la amistad disminuye los sentimientos de tristeza que deja el aislamiento, así como la frustración y ansiedad. Compartir y sentirse acompañado permite también incrementar emociones positivas, surgiendo pensamientos creativos, motivaciones y un mejor estado de ánimo. Es así que sin la presencia de estos vínculos existirían menos posibilidades de adaptarnos mejor al aislamiento y con ello a la pandemia. De esta forma, la amistad permite encontrar recursos psicológicos y del entorno de amigos, elevando el bienestar emocional.
¿Qué podemos hacer para fortalecer la amistad en el aislamiento? Es importante acoger lo que afecta al otro, mostrar interés y escuchar sin juzgar, así como también aceptar cuando necesita un espacio solo. Seguir celebrando las fechas especiales, no estamos impedidos de perder los momentos significativos de nuestros amigos. Aprovechar la tecnología y planear actividades, el aislamiento no restringe disfrutar y reír juntos de manera virtual. Sobre todo, expresar nuestros afectos y el valor de los amigos en nuestras vidas.
Cuando la amistad no se nutre, los vínculos se ven debilitados, perdiéndose la intimidad y confianza que la caracteriza. No basta con encender la pantalla de zoom, implica conectarse emocionalmente y saber que puedes contar con un amigo. La amistad en el aislamiento social requiere esforzarnos por mantener estos vínculos, sin dejar escapar ni prescindir de ellos. Los amigos son esenciales en este tiempo, conservemos el vínculo afectivo que nos mantiene unidos aun esta distancia física.