Por Erika Olaechea
La depresión puede tocar nuestra puerta en diversas etapas de la vida; entra sigilosa, paulatina y muchas veces, profunda. A veces ingresa con causas claras y concisas, y en otras ocasiones sin que nos demos cuenta, surge acumulada por muchos sentimientos de tristeza e insatisfacción. Es común que algunas fechas especiales, nos lleven a sentirnos nostálgicos o melancólicos dependiendo de lo que ese día signifique para nosotros. Por otro lado, los seres humanos tendemos a forjar costumbres que, así como pueden ser oportunidades para celebrar, conmemorar y sentirnos especiales también pueden ser motivo de sentirnos tristes, con sentimientos de desesperanza y vacío emocional. Algunas fechas pueden resultarnos conflictivas, ya que logran desestabilizarnos y desequilibrarnos emocionalmente.
San Valentín puede ser una fecha ambivalente, ya que puede activar en algunas personas sentimientos de soledad y favorecer que florezca la depresión. Estos sentimientos suelen estar perennes a lo largo del año, pero pueden sentirse más agudos un 14 de febrero. San Valentín es una fecha que trae consigo presión social y una fuerte estrategia comercial que puede ser un peso fuerte y frustración para muchos. La depresión en San Valentín puede estar relacionada a la sensación de desamor, soledad y deseos no cumplidos. Igualmente, para personas que han sufrido alguna ruptura amorosa cercana a esta fecha, puede desencadenar sentimientos de dolor emocional, desesperanza y negatividad.
¿Cómo podemos evitar caer en depresión por San Valentín? Es importante no estigmatizar los sentimientos de tristeza, no está mal sentirlos, ya que es una emoción básica, hay que reconocerlos, explorarlos, encontrar aprendizajes y tomar acción para que no acostumbrarnos a ellos o que se vuelvan crónicos. Conjuntamente, poder ampliar nuestra perspectiva y concepto del amor, nos ayudará a no limitarlo únicamente a la vida de pareja. Además, hay personas que pueden encontrarse en pareja y aún así sentir estos sentimientos de tristeza e insatisfacción en estas fechas. Es importante recordar el amor hacia la vida, a nosotros mismos, a la familia, los amigos, las mascotas, a nuestro trabajo o hacia lo que más nos apasione. La celebración del amor no sólo se encasilla en una persona o en una idea romántica comercial. Puede resultar de ayudar reflexionar acerca de lo que necesitamos para sentirnos felices y plenos, que puede diferir de lo que la sociedad o las redes sociales nos enseñan.
Es recomendable no dejarnos influenciar o sugestionar por lo que “se espera” que hagamos o tengamos en esta fecha; tener planes alternativos nos ayudará a sentirnos mejor durante este día. También hay que recordar que es una fecha donde se celebra la amistad o puede ser una oportunidad para sentir agradecimiento por el amor que podemos tener en diferentes esferas de nuestra vida. No se necesita una pareja para poder disfrutar de este día, y tampoco es una obligación celebrarlo, depende de una decisión personal, de lo que cada persona disfrute y goce celebrar. Pasar tiempo con uno mismo ayuda a conocernos para decidir qué nos hace sentir cómodos y qué disfrutamos.
En la medida que aprendamos a amarnos a nosotros mismos, nos ayudará a amar al otro de forma genuina, con respeto, con libertad, con afecto, con motivación y admiración. Sentirnos equilibrados y en balance nos ayudará a tener relaciones amorosas sanas y estables, y sobre todo a poder disfrutar de todas las expresiones de amor que podemos encontrar en la vida.