Hay una soledad en mí, tan honda
que no tiene fondo ni orillas,
una soledad que es un abismo,
>una soledad que es un mar.
Hay una soledad en mí, tan honda
que no puedo mirarla ni tocarla,
una soledad que es un espacio,
una soledad que es un tiempo.
Hay una soledad en mí, tan honda
que me hace sentirme tan lejos
de todo lo que conozco y amo,
una soledad que me hace llorar.
Hay una soledad en mí, tan honda
que me hace sentirme tan solo,
una soledad que me hace temblar,
una soledad que me hace morir.
«La soledad» por Jorge Luis Borges
El sentimiento de soledad es, tal vez, la primera experiencia emocional que nos invade. Ante el abandono se activan todos los mecanismos de defensa que nos devuelvan la sensación de seguridad y protección que nos aterra haber perdido.
Esa primera sensación que nos hace sentir solos puede aliviarse cuando rememoramos la calidez y tranquilidad recibidos durante los primeros meses de vida. Siendo pequeños el tacto (piel a piel) nos permite reconocer la presencia y afecto de quien identificamos no dejaría nunca de queremos. Así asentamos interiormente la seguridad que nos hace sentir confianza.
El sentimiento de soledad no tiene que ver con la ausencia objetiva de otros, tiene que ver con la perdida y ausencia de los afectos que nos hicieron sentir amados, protegidos y seguros.
Podemos estar rodeados de miles de seres vivos y sentir absoluta soledad.
Cuando el “otro” (persona, ideal, valores, religión, etc) desaparece se derrumban todas las certezas y deambulamos dentro nosotros mismos como “una sombra” que no cesa de hacernos sentir la vida como vacía y sombría.
La inteligencia artificial nos asoma la esperanza que lo perdido puede volver sin importar que no tenga cuerpo ni materialidad.
La presencia y persistencia de una “red neuronal” que se retroalimenta así misma con palabras, sueños, deseos y necesidad de asegurarnos que nunca quedaremos ni solos ni vacíos.
Actualmente hay una creciente industria dedicada a proporcionar soluciones para manejar y lidiar con la soledad. Esto incluye aplicaciones y dispositivos de inteligencia artificial, servicios de terapia en línea, grupos de apoyo y programas de mentoría.
Como en menú las diversas las aplicaciones se ofrecen como alternativas para que las personas interactúen y se conecten con otros en línea. La persistencia e inmortalidad de las aplicaciones reasegura que no volveremos a sufrir ni abandonos ni perdidas. La IA estará ahí disponible 24/7 a toda hora a disposición perpetua y absoluta. Sin embargo ¿la inmortalidad de AI tiene un costo emocional por brindarnos ese alivio? ¿nos libera del abandono a costa excluir a la muerte?
Replika, el famoso sistema de chat boot ofrece una conversación continuada con una IA que a su vez se retroalimenta y potencia en cada interacción humana. Su creadora, facilito el algoritmo para perpetuar la presencia de su amigo que falleció en un accidente de tránsito.
Las estadísticas revelan que más del 40% de los consumidores cree que la inteligencia artificial mejora sus vidas de alguna manera, y que para 2024 se espera que haya más de 8.400 millones de dispositivos con asistentes de voz, el doble que en 2021.
¿Será la soledad, esa nueva “minería” que explota ese recurso intangible no perecible e inagotable que no requiere de exploración física sino de extracción de datos con sistemas que penetren y perforen la vida interna de los ciudadanos?
¿La minería de datos centrará sus objetivos en detectar las “sombras de soledad” para rentabilizar la melancolía y negación de la muerte?
La “comodidad” que otorgan las nuevas tecnologías no deriven en la evitación de afrontar los duelos y perdidas. La necesidad de encontrar en el menor tiempo posible un sustituto o la última versión del algoritmo que nos garantice que “No falta nadie. No falta nada” y que sumergidos, cada uno por su cuenta, en el mundo cerrado de su propio Iphone nos creamos el cuento que “todos” y todo es reemplazable.
Es tarea de cada uno trabajar mucho para no olvidar que somos seres queribles así en el camino nos abandonen, se ausenten o perdamos personas o ideales.
Referencias:
– La agonía del Eros, Byung_Chul Han. Ed. Herder. Barcelona. – Sobre el sentimiento de soledad. Melanie Klein. Obras Completas. Ed. Paidos.
– Las 10 principales estadísticas y hechos de la IA82022). https://zyro.com/es/blog/estadisticas-de-ia/
– Borrar rastros de afecto. – Empobrecimiento de vida mental. Necesitamos actuar estos sentimientos congelados.