Por Ximena Unzueta
La adolescencia supone una etapa de cambios a nivel biológico, físico, hormonal, emocional, e incluso social. Es una etapa en la cual los adolescentes se debaten entre la rebeldía, como búsqueda de una individualidad, y la autoridad que aún necesitan de sus padres; esta ambivalencia genera muchas veces desconcierto y confusión en ellos mismos y en su entorno. Pero uno de los aspectos más importante que abarca la adolescencia, es la búsqueda y consolidación de la identidad. Es una etapa en la cual buscan encontrarse a ellos mismos, quiénes son, qué les gusta y qué no.
De esta manera, los espacios sociales cobran cada vez más importancia en los adolescentes, el sentido de pertenencia a grupos sociales y por lo tanto la opinión de sus pares y la búsqueda de modelos sociales a quienes imitar para sentirse bien consigo mismos y en el grupo. Sin embargo, las nuevas generaciones han cambiado la forma en la que socializan y la manera de definir lo público y lo privado; los conceptos de vida pública y privada han sufrido cambios a partir de las redes sociales.
Los adolescentes, en su búsqueda por encontrarse oscilan entre el mostrarse y no mostrarse; hoy en día se ha vuelto una moda social exponer la vida privada en las redes sociales, denotando la necesidad que existe por mostrarse para ser reconocido. De esta manera, se evidencia que el adolescente de hoy tiene cada vez más la necesidad de mostrarse, ganas de exhibirse y hablar de sí mismo para que todo el mundo vea y sepa quién es. ¿Pero qué es lo que se muestra? Es muy probable que la imagen que se expone en redes sociales sea una imagen idealizada del propio adolescente, o la imagen que se espera de él, aquella que encaja con la sociedad, los amigos y las expectativas del resto. En este sentido, el adolescente se guarda solo para sí mismo esos aspectos más íntimos privados, mientras que las redes le permiten exponer otros aspectos más idealizados e incluso alejados de la realidad.
Entonces, las redes sociales permiten e impulsan una mayor exposición por parte de los adolescentes ya que representan espacios de identificación y pertenencia social; sin embargo sería bueno cuestionarnos en qué sentido estos espacios son beneficiosos o perjudiciales para la construcción de la identidad adolescente.
Podemos decir que los medios sociales han alterado la forma en cómo los adolescentes se relacionan, se piensan, se muestran y por lo tanto en cómo se encuentran construyendo su identidad. Por lo tanto, la utilización de los medios sociales está afectando a la configuración de la propia identidad durante la adolescencia. Como ya se mencionó previamente, la etapa de la adolescencia es un periodo evolutivo extremadamente complicado para la configuración de la personalidad puesto que se experimentan procesos madurativos en los que los jóvenes buscan percibirse a sí mismos y a su propia actividad dando sentido a su mundo social con el fin de determinar su propia individualidad. Asimismo, resulta evidente que las interacciones sociales que mantienen los adolescentes en las redes sociales influyen en la vida familiar, en las rutinas y espacios que se establecen en la convivencia de su día a día. En consecuencia, el uso de las redes sociales se ha convertido en un reto para lograr que los adolescentes desarrollen una identidad acorde con lo que realmente son y quieren llegar a ser en esta sociedad.