Por Manuel Candia
Trastorno de personalidad antisocial, es una condición mental que se caracteriza por el comportamiento explotador o transgresor de los derechos de otras personas en beneficio propio. En los adultos se caracteriza por la presencia de comportamientos delictivos, siendo vistos socialmente como “delincuentes” o “corruptos”.
Pero, ¿estas personas siempre fueron así?
En realidad muchos de ellos mostraron indicadores o señales desde su infancia, que fueron evolucionando y empeorando conforme crecían.
Por ello, es muy importante el prestar atención a las conductas de los niños, ya que el darles un tratamiento adecuado y a tiempo puede significar el cambio para su vida adulta.
Entonces, ¿Cómo es que se origina este trastorno?
Estas pueden ser tanto genéticas como ambientales, no habiendo un consenso actual sobre una causa directa, pero sí de aquellas que influyen en su aparición.
-Ambientes familiares:
-Muy permisivos: Llegan a consentir demasiado a los niños y no fomentan el respeto por las normas; esto hace que mientras van creciendo no respeten y transgredan normas ya no familiares sino “sociales”.
-Violentos: Donde sufren de malos tratos o hasta abusos sexuales por parte de los adultos también son propensos a desarrollar el trastorno antisocial.
-Con historial de enfermedades mentales: Como esquizofrenia, paranoia, trastornos de la personalidad o anormalidades neurológicas
-Señales Comportamentales:
Niños que tienen poca empatía, tolerancia a la frustración, son irritables, agresivos, vengativos o hasta crueles, esto se evidencia tanto en el trato a otras personas como en el trato a animales.
Desde esta etapa pueden empezar a presentar problemas con la ley.
En el caso de adolescentes, puede haber absentismo escolar o el abandono de los estudios, fuga del hogar, iniciación sexual temprana o consumo de alcohol desde edad temprana.
Además, les es difícil el diferenciar emocionalmente entre lo bueno y lo malo.
El riesgo se encuentra en que estas conductas pueden disiparse temporalmente, o confundirse: como la desobediencia a los padres, o las peleas con compañeros, como “normales” de la edad.
Pero la caracteristica fundamental en los niños, adolescentes o adultos, es que su comportamiento va transgredir o manipular las normas a su favor y obtener algún beneficio.
Por ello, nuevamente la importancia de la atención a las conductas de los niños, pues es diferente el mentir que el robar a los padres, o que el pelear pase de ser algo ocasional a constante.
Finalmente, los adultos con tratamiento del trastorno antisocial pueden no llegar a percibir mejoras a pesar del tiempo, en cambio el tratamiento en la etapa infantil ha demostrado beneficios en el cambio de comportamiento.
-Como toda condición de patología, se necesita tiempo y apoyo por parte del círculo cercano para generar un cambio.
-Existen distintos enfoques de tratamiento, siendo mayormente utilizados la psicoterapia o la terapia cognitiva; para el tratamiento de las conductas problemáticas específicas, en conjunto con educación a los padres para manejar el comportamiento agresivo o provocativo de los niños.