Por Breison Velarde
La ansiedad es una emoción que en muchas circunstancias suele ser adaptativa para el individuo, permitiéndonos estar alerta y sensibles al ambiente, aportando un nivel óptimo de motivación para afrontar las diferentes situaciones. En situaciones de peligro objetivo, un incremento de la ansiedad puede facilitar un mejor afrontamiento de la situación y, en consecuencia, una mejor adaptación. El inconveniente surge, sin embargo, cuando frecuentemente se generan niveles excesivos de ansiedad y durante períodos prolongados de tiempo, y generalmente sin que exista un peligro objetivo, es decir falsas alarmas, en estos casos la ansiedad es desadaptativa y se convierte en una fuente de malestar, sufrimiento y a veces incapacitación para la persona que la sufre.
Entonces los trastornos de ansiedad se diferencian del miedo o la ansiedad normal propios del desarrollo por ser excesivos o persistir más allá de los períodos apropiados.
Es importante tomar en cuenta que los miedos son más frecuentes en la infancia que en la edad adulta, estudios han demostrado que aproximadamente el 43% de niños entre los 6 y 12 años muestran evidencias de numerosos miedos subclínicos, es decir que no son evidenciables fácilmente por los familiares. Muchos de los trastornos de ansiedad se desarrollan en la infancia y tienden a persistir si no se tratan, por lo cual constituyen uno de los problemas psiquiátricos más comunes y extendidos en la población general.
La mayor frecuencia de casos ocurre en mujeres, en una proporción de 2 a 1 comparado a los varones. Esta diferencia de presentación es más notoria inclusive en casos de fobias y pánico.
Los síntomas que prioritariamente suelen presentar dentro de los trastornos de ansiedad, son los siguientes:
- Miedo o preocupación excesiva e incontrolable por el sujeto ( sea ante situaciones específicas o de modo crónico)
- Ansiedad anticipatoria (miedo a tener síntomas asociados a ansiedad)
- Evitar situaciones sociales que generen ansiedad
- Preocupaciones acerca de calamidades venideras
- Dificultades en la concentración
- Tensión muscular
- Inquietud
- Cefaleas tensionales
- Hiperactividad vegetativa ( mareos, sudoración, taquicardia, palpitaciones, taquipnea, molestias gástricas, sequedad de boca)
Los pacientes con trastornos de ansiedad suelen sobrestimar el peligro en las situaciones que temen o evitan, el análisis decisivo de si ese miedo o ansiedad es excesivo o desproporcionado lo realiza el psiquiatra teniendo en cuenta las características clínicas de los pacientes. Una vez realizado el diagnóstico, el tratamiento a instaurar comprende la realización de sesiones psicoterapéuticas y tratamiento farmacológico, realizado por un equipo multidisciplinario a cargo de psiquiatras y psicólogos. Con lo cual se logra que quien lo padezca logre desempeñarse adecuadamente en sus actividades rutinarias y laborales sin presentación de síntomas exacerbados y habiendo aprendido a afrontar situaciones estresantes.
Fuente:
- Manual de Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) Asociación Americana de Psiquiatría.
- Manual de psicopatología. A.Belloch, B. Sandin.