Por MariaTeresa Schoof
Los niños suelen estar preparados para controlar sus esfínteres de manera voluntaria alrededor de los 2 años y 2 años y medio; sin embargo, existe una condición llamada encopresis donde dicho proceso se ve afectado. La encopresis es, según la CIE-10, “un trastorno caracterizado por la presencia reiterada de deposiciones voluntarias o involuntarias de heces de consistencia normal o anormal en lugares no adecuados para este propósito, de acuerdo con las pautas socioculturales propias del lugar”. Es importante tener presente que el niño que la sufre suele sentir sentimientos de vergüenza y adicionalmente puede ser víctima de rechazo social lo que puede contribuir y aumentar el malestar.
Existen, según el DSM IV, dos sub-tipos:
- Con estreñimiento e incontinencia por rebosamiento: presenta estreñimiento y durante la defecación normal se expulsan pequeñas cantidades de heces. Se suele 6+2resolver con tratamiento médico.
- Sin estreñimiento ni incontinencia por rebosamiento: ausencia de estreñimiento y heces con forma y consistencia normal. Puede estar relacionado a lo psicológico.
Adicionalmente, se debe tener en cuenta el tiempo en que se presenta, existiendo dos modalidades (Chapiro, s.f.):
- Encopresis primeria: no se ha logrado nunca un control esfinteriano anal eficiente después de la edad estipulada
- Encopresis secundaria: se pierde el control de los esfínteres después de haberlo logrado y mantenido por un periodo de aproximadamente un año, persistiendo el síntoma por tiempo prolongado
Desde una perspectiva psicoanalítica, Freud consideraba que el niño piensa en los excrementos como parte del cuerpo y “primer regalo”, lo que muestra o su docilidad o negativa a complacer a las personas que le rodean. Ferenczi, agregaba que una de las situaciones más traumáticas educativas para los niños son el control de esfínteres, además del destete. Esto debido a que el niño lo considera una imposición de la madre, cuando lo que ella está intentando es el aprendizaje de algo que lo podrá insertar en un mundo social. El poder controlar los esfínteres requiere que el niño pueda comunicarse de manera verbal, tolerar urgencias internas, incorporar normas culturales, dominar al objeto, pero tolerar renunciar a él, dominarse corporalmente y aceptar ser dominado por reglas externas (Janin, 2008).
Finalmente, respecto a la intervención terapéutica es importante tener en cuenta algunos principios básicos (Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente [AEPNYA], 2008):
- Hacerle saber al niño que otros también pueden sufrir este problema, que no es el único
- Explicarle de forma simple y lúdica los mecanismos de la defecación
- Indicarles a los padres que es importante crear una atmósfera de comprensión sin actitudes punitivas.
- Fomentar las relaciones positivas entre padres e hijo, a través del compartir actividades juntos
- Supervisar el desarrollo del estreñimiento para, en caso sea necesario, trabajar interdisciplinariamente con el tratamiento médico
Referencias
AEPNYA (2008). Encopresis. Protocolos, 1, 159-168. Recuperado de https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/encopresis.pdf
Chapiro, A. (s.f.). Evaluación psicológica e inicio de tratamiento de un niño con encopresis desde un abordaje integrativo. (Trabajo de Licenciatura) Recuperado de https://dspace.palermo.edu:8443/xmlui/bitstream/handle/10226/636/Chapiro%2c%20Alel%C3%AD.pdf?sequence=3&isAllowed=y
CIE-10. Otros trastornos de las emociones y del comportamiento de comienzo habitual en la infancia y adolescencia. Recuperado de http://www.psicomed.net/cie_10/cie10_F98.html
DSM-IV. Criterios para el diagnóstico de encopresis. Recuperado de http://www.psicomed.net/dsmiv/dsmiv1.html#8
Janin, B. (2008). Niños encopréticos: la organización anal y sus perturbaciones. Cuadernos de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente, 45, 39-62. Recuperado de http://www.sepypna.com/documentos/articulos/janin-ninos-encopreticos.pdf