Por Ana Magallanes
Para todos nosotros, la empatía es una palabra conocida. Desde pequeños nos explican la importancia de ella para nuestra vida social y crecemos con esa idea de “ser empáticos”, pero ¿qué significa realmente la empatía?…
La empatía, es muchas veces, salir de uno mismo, para encontrarse con el otro. Es decir, tener la capacidad de comprender la visión de realidad de la otra persona, libre de prejuicios.
“Ser empático es ver el mundo a través de los ojos del otro,
y no ver nuestro mundo reflejado en sus ojos”
Carl. Rogers
Además, la empatía es buscar entender a la persona, de cómo y por qué siente de tal manera. Para ello, es importante no mirar desde nuestra perspectiva, sino desde el otro, comprendiendo sus creencias, pensamientos e incluso, su propia historia.
La empatía es quizás una de las necesidades básicas del ser humano, pues no solo buscamos ser comprendidos por otros, sino también comprender y la forma de lograrlo, es a través de una escucha, pero de una escucha activa. Esto quiere decir, que no solo es oír lo que dice el otro, sino detenernos en cómo se expresa y el contenido de sus palabras. Escuchar de esta manera, permite que la otra persona se sienta realmente acompañada y muchas veces, es la mejor ayuda que puede recibir.
Por lo tanto, conociendo lo que es la empatía, podemos decir que es una capacidad fundamental para la vida, puesto que permite conectarnos con los demás y esto, a su vez, nos ayuda a nosotros mismos.
¿Cómo me ayuda la empatía?
La empatía nos brinda la oportunidad de empezar y fortalecer nuestras relaciones interpersonales. Además, nos regala confianza y seguridad como personas, ya que nos daríamos cuenta de que poseemos y desarrollamos nuestras habilidades sociales y, por ende, somos personas con mayor capacidad de apertura y reflexión.
De esta manera, al desempeñar estas habilidades, podríamos sentirnos con un mejor estado de ánimo y bienestar personal. Por otra parte, si bien la empatía permite adquirir estas habilidades, lo importante de ella, es el desarrollo de las relaciones con otras personas, pues no solo es saber que podemos contar con alguien, sino que los demás pueden contar con nosotros.