Por Carmen Valenzuela A.
Se acaba el colegio, mis amigos ya hablan de lo que van a hacer, o mejor dicho, de los que sus padres quieren que sean. Me siento raro, porque Yo quisiera todavía jugar, continuar libre, sentirme seguro, porque en el colegio valgan verdades, que me guste o no, me siento protegido.
Evito la conversación con mis padres y los adultos que me rodean, me fastidia tener que responder a la pregunta de ¿Qué vas estudiar?. Sólo digo lo que sé que a ellos les gusta que diga. Así creo los dejo tranquilos. Igual, he usado ese método siempre y me ha resultado, decir, lo que ellos quieren o prefieren escuchar de mí.
Mis amigas, ahora también me dicen vago, que debo hacer algo, que ellas ya están en la academia, y no entiendo porque si todavía no termina el colegio.
Me molesta, tener que fingir e inventar y me siento tonto, Tengo miedo, no quiero volver a ese cajón de años, porque escucho que las carreras duran más de 5 años y eso es mucho. No podré ir de viaje, mudarme, salir, sobretodo salir.
La psicóloga del cole dice que no sienta angustia, que es normal la incertidumbre y que no me presione, y luego agrega; “pero tienes que decidir”. Y Yo no siento eso de angustia por estudiar, siento angustia porque no quiero dejar de hacer lo que hago que es estar en el colegio con mis amigos, y con Lucia. Me da pena que termine el cole.
Ahora en la promoción estamos organizando el viaje, y llegan esos folletos, y charlas de las universidades para hablar de eso. Yo quiero pensar en que podré estar solo con Lucia, y ella me dice que su mamá va a ir al viaje de promo. ¿Porque?, que su mamá tiene miedo que se embarace y frustre su futuro y deje la universidad de lujo. Ahh…!. No entiendo, Yo no quiero a Lucia solo para pajearme, la quiero de verdad y quiero estar con ella, salir, caminar, hablar. Ella me gusta y no quiero frustrar nada, y no entiendo que es eso de frustrar.
Y cuando agarro mi guitarra, o me visto para ir en skate con mis amigos, siento que mis viejos me miran, que me siguen para que no escape y les diga lo que según ellos Yo ahora debo decidir. Ahora que canto en mi cuarto ellos me dicen que eso de cantar no asegura la vida, y si juego play, que ellos me compraron, es algo que ya debo ir dejando porque me amanezco y no me levantaré para ir a la academia. O sea, no puedo hacer lo que me gusta porque eso interrumpe mi futuro?.
El concurso de fin de año para las bandas me gusta, porque le digo a Santiago que podemos ganar, que somos mejores, y él me dice que ya, que debemos ensayar, pero mis viejos se molestan cuando les digo que iré a ensayar con la banda para el concurso, Creo que tienen miedo que ganemos y queramos dedicarnos solo a eso, Como si la música fuera mala. No saben que cuando toco me siento Yo, no hay mentiras, y siento que digo lo que los demás no pueden decir o no se atreven a decir porque les da roche decirlo con la música o el canto.
Mi mama dice que porque no me duele el brazo con la guitarra y me quejo de escribir, que ahí si me canso. Que soy un vago. Y no, en la música la gente se une. Yo no quiero solo tocar, quiero decir algo que no sé cómo decir de otra forma.
No sé, si dejaran de decirme que soy vago, si dejaran de poner en mis manos esos folletos de charlas de “orientación vocacional”, si dejaran de querer orientarme y primero preguntarme a mí para Yo decir lo que creo, eso sería como estar en la banda, con todos en la misma nota para decir lo que se siente, y no lo que otros quieren escuchar.
Después de todo, si esos psicólogos con sus test psicológicos pueden decir lo que puedo hacer y ser en el futuro, entonces eso ya está en mí. Los test no descubren nada, ahorran tiempo, pero ¿porque el apuro? No, no soy un vago. Solo quiero saber de mí para decir lo que soy.
No quiero orientación vocacional, quiero conozcan desde mí cuales son mis dudas y enredos, que me conozcan y reconozcan.
¿Y si dejas de orientarme y me acompañas?
Tengo 16 años, no soy un vago, soy quien necesita que conozcan y acompañen.